El 12 de febrero de 2004 moría Gregorio Fainguersch, dirigente comunitario de extensa trayectoria y presidente de AMIA en dos oportunidades. Nacido en 1909 en una ciudad ucrania, en 1928 llega con su familia a la Argentina. Como muchos otros, su actividad societaria comenzó participando de la conformación de centros sionistas barriales, en Parque Patricios primero, en Villa Crespo luego, participando activamente en la Escuela Bialik de la calle Aguirre.
En sus años de gestión en AMIA fue uno de los fundadores del Vaad Hakehilot, marco de pertenencia de las comunidades del interior del país. Presidió también la Organización Sionista Argentina y, durante veinte años, fue el director del semanario “Mundo Israelita”. En 1992 reunió sus memorias en un libro titulado “Mis recuerdos”, editado por la editorial de AMIA, Milá.
Durante muchos años, los sábados por la mañana, Fainguersch solía encabezar una suerte de peña informal de dirigentes comunitarios, en “Le petit café” de Sarmiento esquina Uriburu. Ese lugar se transformó así en una suerte de institución, a punto tal que a su muerte la Legislatura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires colocó en esa esquina una placa “En homenaje y memoria de Don Gregorio Fainguersch”.
Su biografía forma parte del libro “Sitios de la Memoria”, investigación del Centro “Marc Turkow” realizada por Ana Weinstein y Eliahu Toker, obra homenaje a los protagonistas y forjadores de la comunidad judía en Argentina cuyos restos descansan en los cementerios comunitarios de Linieres y Tablada.
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