Presencia de una pasión – Mariana Schapiro (2016 / 2017)

PRESENCIA DE UNA PASIÓN

MARIANA SCHAPIRO

Repasar la producción artística de Mariana Schapiro es un ejercicio gratificante y un reencuentro con las sensaciones inalterables que genera su obra, en especial las relacionadas con todas las representaciones y sentidos posibles que nos brinda la palabra “fuerza”.

Conocí, en forma simultánea, sus trabajos y cómo los realizaba. Siempre me impactó ver cómo el vigor y la exigencia física se convertían en armonía y sutileza singular ocultando la robustez y resistencia de la transformación de la materia. Su tipo de escultura tenía eso; mantenía una relación de poder con los elementos a los que sometía con firmeza, logrando una expresión sensible que no daba cuenta de la dureza del cambio.

La potencia de las ideas y su materialización, sumados a una rigurosa técnica que reinventaba en forma permanente según las necesidades y una especial atención a los detalles, la ponía en una situación casi de orfebre en escala gigante. El binomio “movimiento – paso del tiempo” es una cita recurrente a lo largo de sus distintas series y sus múltiples búsquedas. También la amorosidad de sus obras se mantuvo intacta a pesar del pasaje de materiales más blandos y plásticos; sentirse capaz de hacer todo para permitirse tejer y lograr una emoción tan profunda como los planos de hierro forjados.

Con la obra “El monstruo de mi barrio”, que surgió a partir de una pintada antisemita, nos encontramos con la fuerza transformada en solidez, resistencia y entereza. Modificó un ataque personal y creó una pieza conceptual con un contundente mensaje contra la discriminación y la xenofobia. En este sentido son muy recordadas las obras dedicadas al atentado a la Embajada de Israel y al de la AMIA que están emplazadas en el cementerio de La Tablada. Son símbolos de memoria presente que le ganaron al trabajo corrosivo del olvido.

“Presencia de una pasión” es una muestra homenaje a Mariana Schapiro a 10 años de su fallecimiento y la posibilidad de compartir la fuerza de su legado.

Elio Kapszuk – Curador

No es la primera vez que titulamos “Presencia de una pasión” una muestra homenaje a Mariana; creo que es una síntesis de la vida de esta artista, ya sea en lo creativo como en lo cotidiano.

Su obra tiene un fuerte contenido reflexivo pero nunca abandona el hacer, concretar sus conceptos en obras. Siempre atenta a los profundos cambios que se suceden en el arte, su actitud frente a ellos es de análisis e incorpora sin ningún prejuicio técnicas y materiales diversos poniéndolos en función de sus ideas.

Toda su obra está basada en su deseo, en su singularidad; sus trabajos relatan el sendero que recorrió en su corta vida, sus alegrías, sus tristezas, lo íntimo y lo colectivo. Como decían sus hijos: “Mamá convierte en arte todo lo que toca”.

Ernesto Pesce