









Murales por la Memoria es un proyecto que nació en el 2007 con el objetivo de contribuir desde el arte a detener el trabajo cotidiano y corrosivo del olvido. Fue la posibilidad de reflexionar sobre qué acontecimientos nacionales e internacionales no deberíamos olvidar. El olvido se presenta como un hecho natural, mientras que la memoria hay que ejercitarla, nutrirla y trabajarla. Recordar es volver a traer al presente hechos pasados, o como se les explica a los niños, recordar es volver a pasar por el corazón. Justamente el propósito de esta idea, es construir marcas que promuevan la recordación pero que a su vez sean una señalética clara de los riesgos de la xenofobia, la discriminación y la intolerancia.
Recordar, no olvidar, es una decisión tanto individual como colectiva. Es un ejercicio permanente que debe ser apuntalado por acciones conmemorativas pensadas en forma integral y multidisciplinarias. La construcción de la memoria es una parte fundamental de la identidad porque lo que se recuerda la constituye.
El horror, el sufrimiento y las tragedias han encontrado a artistas de todas las épocas como creadores testimoniales de la tragedia misma. La famosa obra de Picasso, El Guernica, tiene su origen en el bombardeo de esa ciudad el 26 de abril de 1937 durante la Guerra Civil Española. El 3 de mayo de 1808, obra emblemática de Francisco de Goya, conmemora momentos importantes del levantamiento español durante la época de la invasión francesa. El pintor colombiano, Fernando Botero, pintó una serie de cuadros sobre los abusos cometidos por las tropas de Estados Unidos contra los prisioneros iraquíes. Es muy importante destacar también las enseñanzas que dejó en América el muralismo mexicano como un movimiento artístico pensado con fines educativos y pedagógicos. Podría enumerar muchos más ejemplos y seguramente todos tendrían en común la inconmensurable labor del artista como verdadero testigo de su tiempo.
Rostros para la Memoria de Diego Perrotta, es el tercer mural de la serie y es un homenaje a los desaparecidos durante la última dictadura militar en la Argentina. Esta obra junto a Olvido Terminal de Mariano Sapia sobre el holocausto y Memoria Argentina de Omar Panosetti sobre el atentado a la AMIA, conforman la primera parte de este proyecto. Si bien ninguno de los tres está realizado sobre muros, para permitir su itinerancia hasta el momento del emplazamiento definitivo, son murales en su concepción, tanto filosófica como pictórica. Poseen una narrativa particular y tienen una función de texto y testimonio arraigado en la tradición muralista latinoamericana.
La obra de Diego Perrotta nos remite a las fotos blanco y negro de los desaparecidos que se iban pegando en las asociaciones de Derechos Humanos para ponerle nombre y rostro al reclamo de Memoria, Verdad y Justicia. Estos 20 rostros que rescata el artista representan el conjunto de los desaparecidos a partir de la inclusión de 20 palabras que se convierten, en este contexto, en un verdadero manifiesto o legado. La utilización del color propone que la recordación no sea un hecho de nostalgia y pérdida sino un fuerte compromiso hacia un futuro mejor.
ELIO KAPSZUK – Director del Espacio de Arte AMIA
FICHA TÉCNICA
Título: Rostros para la Memoria
Artista: Diego Perrotta
Fecha: Desde el 15 de marzo hasta el 14 de abril de 2011
Expuesto en el Espacio Multiarte SIGEN
Se realizó catálogo para esta muestra
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